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Liberal multiculturalism and the problems of difference in the Canadian experience
MONICA JUDITH SANCHEZ FLORES
Acceso Abierto
Atribución-NoComercial-SinDerivadas
Multiculturalism -- Canada.
National characteristics, Canadian.
La constante migración e interacción global producen una de las preguntas más importantes para la teoría política contemporánea: ¿Cómo lidiar con los problemas políticos que surgen de la diversidad étnica y cultural en las sociedades modernas? Esta realidad sociológica se complica aún más por la manera en que el colonialismo y la cultura occidental han visto como inferior al ‘otro’ colonizado; actualmente en Canadá encarnado en la gente con piel oscura y los ojos rasgados. La teoría liberal más aceptada ofrece un número de respuestas a estas cuestiones que son insuficientes para este predicamento histórico. Una de estas respuestas teóricas la constituye el tipo de multiculturalismo liberal defendido por el filósofo político Will Kymlicka. El multiculturalismo no se encuentra necesariamente cómodo al lado del los principios liberales de la neutralidad política: la tensión entre el multiculturalismo y el liberalismo se ilustra en la percepción cultural moderna de la ‘otredad’ como una amenaza a las libertades liberales — como en la reciente discusión sobre la importancia de publicar caricaturas irrespetuosas para el Islam o de si el velo en las mujeres deba ser permitido en las democracias liberales. A pesar de esta tensión Kymlicka contempla los derechos de grupo a sus diferencias culturales como algo basado en los principios liberales de tolerancia y celebración de la diversidad. Canadá tiene una política pública de multiculturalismo que es también un símbolo e ideal ‘nacional’. La experiencia canadiense es única pues Canadá construyó su identidad nacional basada en el símbolo de verse a sí misma como un ‘mosaico cultural’ basado en el derecho a la diversidad y al “acomodo razonable” (o adaptación de las instituciones públicas a la diferencia de las minorías). Sin embargo, la diversidad cultural y étnica en Canadá se vive bajo la sombra y consecuencias de la política pública asimilacionista que tomaban como un hecho la superioridad de la cultura occidental. Esto devaluó la autopercepción de los canadienses no blancos. La inmigración, especialmente de países no blancos, es ahora la fuente más grande de crecimiento poblacional de Canadá. Esta situación produce un microcosmos de diversidad mundial en Canadá donde la gente forja su identidad en una conciencia vívida de diferencias étnicas y culturales entre la gente. Este es especialmente el caso en los hijos de matrimonios mezclados étnicamente y entrevisté a un pequeño grupo de personas con estas carcterísticas en la provincia de la Columbia Británica. Esta investigación muestra que, para que la gente supere los problemas de la diferencia, es importante darse cuenta de que la idea de que existen las razas humanas claramente distinguibles, es una ilusión construida socialmente. Desde una perspectiva de anécdota, estos individuos diversos étnicamente mostraron un fuerte sentido de su individualidad que incluía a la compasión tanto en calidad de principio para la conducta moral, como una poderosa emoción que les permitió crear una identidad que incluye en sí misma y acepta la diversidad. Yo argumento que esta actitud cultiva una genuina vocación multicultural cosmopolita —el corazón de lo que yo llamo Liberalismo Cosmopolita.
Constant population migration and global interaction pose one of the most important questions to contemporary political theory: How to deal with the political problems that arise from ethnic and cultural diversity in modern societies? This sociological reality is further complicated by how western colonialism and culture has historically abased the colonised ‘other’, today in Canada embodied in the peoples with dark skin and/or slanted eyes. Main-stream liberal theory offers a number of answers that are insufficient to this predicament; and one of these theoretical answers is represented by a liberal type of multiculturalism espoused by Canadian political philosopher Will Kymlicka. Multiculturalism does not necessarily sit comfortably together with the liberal principles of neutrality: The tension between liberalism and multiculturalism is illustrated by modern cultural perception of otherness as a threat to liberal freedoms —as in the recent discussion about the importance of publishing cartoons that are disrespectful to Islam or of whether veiling women ought to be allowed in liberal democracies. In spite of this tension, Kymlicka regards group rights to their cultural differences as based on the liberal principles of tolerance and celebration of diversity. Canada has a policy of multiculturalism that is also a ‘national’ symbol and ideal. The Canadian experience is unique because Canada built its national identity on the symbol of seeing itself as a ‘cultural mosaic’ based on rights to diversity and reasonable accommodation. But cultural and ethnic diversity in Canada is lived within the consequences of early assimilationist policies that assumed western-culture superiority, which devalued the selfperception of non-white Canadians. Immigration, especially from non-white countries is now Canada’s biggest source of population growth. This situation produces a micro-cosmos of world diversity in Canada where people forge their identity amid vivid awareness of ethnic and cultural differences. This is especially the case in Canadian children of ethnically mixed marriages, a small sample of which I interviewed in the province of British Columbia. This research shows that in order for people to overcome the problems of difference, it is important for them to realize that the idea of distinct human races is a socially constructed illusion. From an anecdotal perspective, these ethnically diverse individuals displayed a strong sense of individuality that included compassion both as a principle for moral behaviour and also as a powerful emotion that allowed them to create an identity of self that encompasses and embraces diversity. I argue that this attitude fosters a genuinely multicultural cosmopolitan vocation —the soul of what I call Cosmopolitan Liberalism.
2009
Documento de trabajo
Inglés
Estudiantes
Investigadores
CIENCIAS SOCIALES
Aparece en las colecciones: División de Historia, Documentos de Trabajo

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